La Cultivada, la misión del aceite de oliva
Para Elena Vecino elaborar aceite ecológico es mucho más que un trabajo. La artesanía del campo, el amor por la agricultura y los efectos saludables de su consumo son la bandera de La Cultivada, un pequeño productor de aceite de oliva virgen extra. Desde tierras de Córdoba, esta marca apuesta por la sostenibilidad, la calidad y la divulgación de la cultura del aceite.
En cada botella de aceite de oliva de La Cultivada se concentran años de tradición y la herencia emocional de varias generaciones. Producen tres monovarietales y un blend (La Cultivada Quintaesencia), premiadas y reconocidas internacionalmente.
Al frente, Elena Vecino, una enamorada de la tierra, del campo y de cada olivo de su finca en Fuente Palmera. “Para mi trabajar elaborando aceite es trabajar para la salud del planeta, de la fauna y del ser humano”.
● La familia siempre ha tenido olivos ¿por qué te lanzaste a crear la marca de La Cultivada?
Confluyeron varias razones. Quería aportar valor a la dedicación familiar agrícola, que el mundo experimentara la alegría de degustar la excelencia de un buen zumo de aceitunas ya que cuando comencé había pocas marcas españolas que fuesen de categoría premium que son las que provienen de pequeños agricultores o artesanos. Los aceites que había eran más industriales. Las producciones grandes no se detienen en la selección y en la excelencia a esos niveles ya que todo eso incrementa mucho los costes.
Creé una marca que diera importancia a la agricultura como base de la alimentación y que transmitiera el sentido noble de esta labor humana. Quise poner mi granito para que la agricultura dejara de verse como un mundo de incultos, donde la única posibilidad era la explotación de la tierra a cualquier precio, y que en su lugar fuera considerado como una labor esencial de cuidado de la madre tierra.
Era una visión femenina representada en la marca por la lechuza que acompañaba a Palas Atenea, diosa mitológica de la Agricultura y las Artes, que ganó la ciudad de Atenas frente a la fuerza bruta de Poseidón. Ella ofreció como obsequio un olivo, que alimentaría, sanaría y daría luz a la humanidad.
Estaba realmente fascinada por las propiedades saludables de un buen aove. Es una medicina tan rica… Así que dedicar mis días a divulgar un alimento tan saludable y con ese bagaje histórico me parecía la mejor de las dedicaciones.
● Estáis ubicados en Córdoba (Fuente Palmera), ¿Qué tipos de olivares tenéis? ¿Cuántos litros aprox. de aceite elaboráis?
Tenemos olivos de diferentes variedades: arbequina, de hojiblanca y de picual. Mi padre plantó olivos de arbequina hace tres décadas porque le gustaba su perfil organoléptico. Fue de los primeros en plantar esta variedad en Andalucía; la misma que trajo el Duque de Medinaceli en el siglo XVII desde Palestina a Cataluña. Como sabemos, el origen del olivo se sitúa en el Mediterráneo Oriental.
Nuestras tierras son de Campiña, a diferencia de la zona de Sierra. Y para regar los olivares, extraemos el agua de lluvia que vamos recogiendo en una balsa ecológica, impermeabilizada con la propia arcilla del fondo de la tierra.
La cantidad de aceite que producimos por año es oscilante. Hay muchos factores que afectan a la producción, sobre todo en agricultura ecológica, donde la tierra no es forzada a producir como en agricultura convencional. Aunque la cantidad pueda ser un dato importante, los términos han de invertirse para que haya un cambio significativo saludable. Hemos de valorar cada vez más la calidad por el impacto positivo que una producción de calidad tiene para el planeta y para el ser humano. La alimentación saludable está relacionada con la calidad del proceso de producción y los avances de la ciencia médica lo irán reconociendo.
● ¿Cómo es el perfil de vuestro aceite de oliva? ¿Qué sabores y matices encontramos?
Los aceites de La Cultivada son frescos, complejos, con matices diferentes de sabor y redondos; sabrosos y con un final equilibrado. No son aceites que se agarran a la garganta como sucede con otros. Se maridan muy bien con los alimentos y tienen la cualidad de potenciar el sabor y de no imponerse, generando una experiencia en el paladar. Hay que degustarlos para notar la diferencia.
● En vuestros mensajes, hacéis una reivindicación de la cultura del aceite de oliva y de lo que lleva detrás, ¿a qué retos os enfrentáis como pequeños productores?
Algo que me ha resultado muy frustrante desde que comencé con La Cultivada es la dificultad de encontrar proveedores a medida. La industria del sector está diseñada para un tejido empresarial de grandes empresas.
A parte de eso, los desafíos han sido múltiples: una competencia de precios a la baja que viene de la gran distribución y que acaba desvalorizando el producto; la opacidad del sector que juega con la ventaja de que bajo la misma nomenclatura “aceite de oliva virgen extra” hay una infinidad de calidades que merecerían una diferenciación; la laxitud en el cumplimiento de la ley ya que el aove para mantener sus propiedades requiere de unas condiciones que los aceites más baratos no cumplen; el desconocimientos del consumidor de aceites de calidad de sus bondades de salud y sabor; la falta de valoración y presencia de buenos aceites en los restaurantes, cosa que no sucede en Italia; y los falsos mitos que aún siguen vivos, por ejemplo en Francia, aún se valoran más los aceites italianos y griegos.
El mito siempre tiene su base histórica verdadera, o sea hubo un tiempo en que esto era así, pero a día de hoy el panorama ha cambiado por completo y en España hay aoves de calidad altísima.
● Apostáis por el respeto al medio ambiente ¿en qué se traduce en el día a día?
Practicamos un cultivo ecológico y biodinámico, que es una forma de cultivo sostenible y donde la tierra se va regenerando. La tierra “se cuida” versus “se explota”. El enfoque tiene beneficios para la biodiversidad y apoya la lucha contra el cambio climático.
● En alguna entrevista, haces referencia a la agricultura biodinámica. Para alguien que no sabe qué es, ¿Cómo podrías resumirlo?
Es un sistema agrícola que sistematizó un austriaco llamado Rudolf Steiner (padre de la Antroposofía) en los años 20 cuya propuesta era tener en cuenta las fuerzas de la naturaleza para ponerlas a favor de las labores agrícolas. El objetivo era obtener alimentos más sabrosos y saludables.
No podemos olvidar que la agricultura es algo tan serio como la base de nuestra alimentación, y tiene un papel fundamental en la salud del planeta y del ser humano. Una agricultura que no respete el ecosistema pone en grave peligro nuestra subsistencia.
El objetivo de la Agricultura Biodinámica es restaurar los suelos en beneficio de la fauna, el planeta y las personas, y para ello se basa en crear las condiciones de vida en el suelo para que la naturaleza pueda cuidarse a sí misma y que la intervención del hombre respete sus propios ritmos.
● ¿Qué significa para ti poder trabajar en el sector del aceite de oliva?
Trabajar para la salud del planeta, de la fauna y del ser humano. El olivar ecológico es un generador natural de biodiversidad y contribuye a la disminución de CO2.
Siempre quise aportar una visión más holística que la que tradicionalmente se tenía en este sector y país, acorde al nuevo paradigma que veía. Lo que cuando empecé parecía aún un sueño inalcanzable, hoy es un hecho y ya está aquí y aunque la Covid haya sido un golpe duro, hemos de reconocer que está siendo un acelerador de procesos y de conciencias que era necesario, y el sector del AOVE no se libra de esto. El conocimiento agrícola desde esta perspectiva de regenerar y fortalecer la naturaleza, debiera tener un peso intelectual importante en el futuro y una opción muy legítima para generaciones futuras que con su preparación y cooperación den la vuelta a la crisis del sector. De hecho, eso será lo que dé una buena rentabilidad al sector, porque se podrán por fin ordenar las prioridades para bien de todos. O sea, hay una inteligencia más allá de nuestros deseos que tiende al equilibrio global del planeta y que nos lleva hacia ello.
● ¿Por qué os unisteis a Spainery?
Nos pareció una excelente iniciativa para divulgar el producto español y una posibilidad de aunar esfuerzos para atender las necesidades de clientes minoristas europeos. Hemos entrado en la era de la cooperación y las alianzas para la mejora del mundo. Juntos es como lograremos el cambio cultural del “yo” al “nosotros” y requiere un esfuerzo de colaboración por parte de todos. Ojalá que Spainery logre hacer realidad esta sinergia y vaya creciendo orgánicamente.
Puedes encontrar los productos de La Cultivada aquí.