Bodegas Balcona, tesoros de guarda

Las tierras de los abuelos pasaron de generación en generación. Aquellos viñedos de la abuela Josefa, son hoy los vinos de Bodegas Balcona. Desde el Valle de Aceniche en Murcia, esta pequeña bodega elabora vinos de guarda con muchos reconocimientos a sus espaldas. Pequeños tesoros embotellados que mejoran con los años y con el objetivo de conquistar nuevos paladares

Todo cambió una mañana de 1997. Pepa Fernández, responsable de Enoturismo, Comunicación y departamento comercial de Bodegas Balcona, sabía que lo suyo era elaborar vino pero no terminaba de dar el paso hasta que la presencia de Josep Lluís Pérez Verdú, uno de los padres del Priorat, en unas jornadas vitivinícolas cambió en el rumbo de Pepa y de Bodegas Balcona.

En un año (1998), las Bodegas Balcona ya tenían su primer vino en el mercado. En su ADN están los viñedos ecológicos y los vinos de guarda. “Creo que los grandes vinos son los que mejoran en botella” explica Pepa. En tierras de Murcia, en el Valle del Aceniche, con un suelo arcilloso y calizo, cultivan uvas Monastrell, Syrah y Tempranillo.

Desde 1997 forman parte de la desconocida DO de Bullas y en 2007 se unieron a la Ruta del Vino. En estos años, son muchos los premios que han recibido. El último de ellos el Oro Gilbert Gaillard para dos de sus vinos.

· En 1997 nace Bodegas Balcona como marca enfocados a la elaboración de vinos de guarda. ¿Cómo fueron esos primeros años?

En ese año se organizaron unas jornadas a las que asistió uno de los padres del Priorat, Josep Lluís Pérez Verdú. Él fue quien nos transmitió su forma de elaborar y mimar el viñedo, basándonos en la variedad de la uva de la zona pero complementando con otras y adaptándolas al terruño. Así empezamos a elaborar vinos de guarda.

Empezamos con esa filosofía aunque yo desde siempre quise hacer vino. Hace años, en las cooperativas, a los enólogos los llamaban químicos y empecé a estudiar Química pero no era lo mío. Después ejercí de maestra, y tras esas jornadas con Verdú, volví al mundo del vino. Empezamos a elaborar estudios, hice un máster y ahí hubo un vuelco. En 1998 sacamos al mercado nuestro primer vino. En un año pasamos de no tener nada a tener un vino joven de maceración carbónica.

· Para quien no sabe nada de vinos, ¿qué es un vino de guarda?

Es un vino que mejora con los años en la botella. En el mercado hay muchos vinos que se elaboran rápido para el consumo rápido. Vinos que mejoren con el tiempo, hay pocos. Un vino de guarda tiene esa capacidad. Siempre digo que solo los grandes vinos mejoran en botella.

· La DO Bullas es algo desconocida entre el gran público. ¿Cómo definís los vinos de la zona para alguien que no sepa nada de la región?

Es muy desconocida. Somos las DO más pequeña de la región de Murcia -que tiene tres DO. Somos además, la denominación más joven -la conseguimos en 1994. Con la llegada del euro, las exportaciones a Estados Unidos cayeron. Este sector es una carrera de resistencia y hemos logrado mantenernos en el mercado con nuestra forma de trabajar.

· ¿Cómo podemos definir esta zona?

La DO Bullas tiene 3 subzonas dependiendo de la altura. Nosotros estamos en la zona más alta, en el valle del Aceniche, donde tenemos los viñedos de la familia. Tiene una media de 825 metros de altura y está entre montañas. En general, los vinos producidos a partir de la uva cultivada a más altura, son vinos que aportan sensaciones más frescas en boca, manteniendo carácter mediterráneo. En el Valle del Aceniche tenemos gran contraste térmico entre el día y la noche, casi de 15 grados. En nuestra finca se ha llegado a medir 12–13 grados bajo cero en invierno y tenemos nieve… es decir, todas las circunstancias para elaborar un buen vino.

· En vuestro ADN hay 3 grandes pilares: el viñedo propio, ecológico y levaduras autóctonas. Háblanos de ello, ¿qué os hace únicos?

Desde 2008 todo el viñedo es ecológico. La cuota básica para la certificación ecológica es la misma para una bodega que elabora 1 botella que otra con 1 millón. Por cada etiqueta nueva hay que pagar 35€. Al final, penalizan a las bodegas pequeñas… pero aún así, en 2017 nos decidimos por el certificado ecológico aunque desde 2013 usábamos ya levaduras naturales.

Desde ese año hemos optado por fermentaciones espontáneas y con mínima intervención en bodega.

· ¿Qué tres vinos recomendarías a un comprador que quiere entender vuestros viñedos?

Uno de guarda 2006 o 2005, porque es un espectáculo. De los actuales, el Partal Cepas Viejas y si va por tinto, un 37 Barricas. Si quiere sorprenderse con un blanco diferente, el Macabeo de Balcona, fermentado en barrica de 600 litros, es sutileza, elegancia, con una fermentación muy lenta durante cerca de 1 año… hay matices ahumados ligeros, tonos de frutos secos y algo de mantequilla.

· ¿Qué retos crees que tiene el mercado del vino en los próximos años?

Primero, el reto es reponerse del covid a nivel comercial. Adaptarnos y recuperarnos de esta crisis. Otro tema es la cultura del vino. En España no tenemos tanta cultura. Cuando vienen a visitarnos a la bodega, algunos extranjeros nos comentan que en Murcia les ofrecen vinos de Rioja. Así se transmite que en Murcia no se hace buen vino y no es así. Aunque por suerte, hay club de wine lovers que sí quieren descubrir nuevos vinos. La clave es que el consumidor deje de comprar etiquetas y empiece realmente a beber el vino que hay detrás.

· ¿Cuál es vuestro cliente objetivo?

A nivel nacional nos dirigimos a tiendas gourmet y especializadas. Sobre todo restauración. A nivel de exportación, tenemos mucho por delante. El mercado está ahora mismo parado pero esperamos aumentar presencia en algunos países.

· Por último, ¿qué os animó a ser parte de Spainery?

Darnos a conocer en otros países europeos. Me pareció interesante para poder iniciar nuestra presencia en otros mercados nuevos e incluso en otros en los que ya estamos, para comprar pequeñas cantidades.

Puedes encontrar los productos de Bodegas Balcona en Spainery.